3.2
Explosimetría.
Es la técnica utilizada para la detección, medición y alarma de la presencia de gases potencialmente inflamables en la atmósfera. Ya sea en espacios abiertos o en recintos cerrados.
La explosimetría está íntimamente ligada con la seguridad en todas las zonas clasificadas 0, 1 y 2. Debe aplicarse en todas las zonas que tengan un riesgo potencial de explosión. Se pueden indicar como ejemplo no limitativo las siguientes industrias y actividades:
Fábricas de gas ciudad y de fraccionamiento de gas natural, terminales de recepción de GNL, plataformas de GNL:
· Salas de compresores.
· Tanques de almacenamiento.
· Bombas de GNL.
· Válvulas de purga y de toma-muestras.
· Intercambiadores de calor.
· Salas de control próximas a las zonas de proceso o en las que entren tuberías con gas para ser analizado.
· Casetas de analizadores en la zona de proceso.
· Zona de carga de cisternas (ferrocarril y camión).
· Zonas de conexión de mangueras y brazos de carga.
· Terminales marítimos.
· Centrales de aire acondicionado.
·
Galerías de servicios y de tuberías.
Plantas de almacenamiento y llenado de LPG (butano, propano)
· Tanques de almacenamiento.
· Zona de llenado de botellas y su periferia.
· Zona de carga de cisternas (ferrocarril y camión).
· Como las plantas de GNL y además:
· Bombas con productos inflamables.
· Zonas con puntos calientes (con temperaturas próximas o superiores a las de autoignición de los productos procesados).
· Laboratorio de análisis cromatográfico (detección de hidrógeno)
· Mismo criterio que en refinerías.
· Zonas de refrigeración con hidrógeno (alternador, barras, etc.)
Centrales térmicas (que funcionen con gas natural)
· Calderas.
· Cámara de regulación de GN.
· Máquinas de llenado.
· Tanques de LPG.
· Zona de bombas y/o compresores.
· Almacén de aerosoles.
· Salas de compresores de amoníaco.
· Almacenamiento de amoníaco.
· Baterías de válvulas.
· Planta de extracción con hexano.
· Planta de hidrogenación.
· Salas de compresores de amoníaco.
· Calderas y hornos de cocción.
· Tanques de almacenamiento de inflamables.
· Laboratorio cromatográfico (detección de hidrógeno).
· Tanques de alcohol.
· Bombas de alcohol.
· Zona de mezclas.
· Zona de cerrado de inyectables.
· Laboratorio cromatográfico.
· Almacenamiento de inflamables.
· Galerías de cables
· Plantas depuradoras (detección de metano).
· Galerías de alcantarillado.
· Salas de calderas.
· Zonas de motores, pintura...
· Cabinas de pintura.
· Hornos
· Calderas.
· Cámaras de regulación del GN.
· Túneles de secado de disolventes.
· Túneles de secado.
· Centrales de calefacción.
·
Baterías de gas.
etc.
¿Dónde se utilizarán los explosímetros?
Hay varias respuestas:
Primero qué tipo de explosímetro: Fijo, transportable o portátil.
Los explosímetros fijos (figuras 13 y 14) se utilizarán en todas aquellas instalaciones que requieran una vigilancia y una alarma para actuación manual o automática sobre dispositivos de seguridad y control. El modelo a utilizar variará también en función de la aplicación y del tamaño de la instalación.
En una gran instalación petroquímica se estudiará teniendo en cuenta los datos del diseño de la planta, equipo, vientos dominantes, etc. para definir el tipo y número de sensores y tamaño de la unidad de control.
En una pequeña instalación de una sala de calderas, el estudio será más sencillo, teniéndose en cuenta la posición de los quemadores y eligiendo también el equipo menos complicado, acorde todo ello con la inversión prevista para este tipo de instrumentación.
Los explosímetros transportables se utilizan en zonas clasificadas de una planta que, no disponiendo normalmente de explosímetros fijos, sea necesaria una monitorización contínua de la zona por tener que hacer trabajos en caliente, por ejemplo, para prevenir posibles invasiones de gases o vapores inflamables procedentes de las zonas contiguas y alertar al personal o bien para que automáticamente desconecte la corriente de alimentación al trabajo que se está realizando en la zona.
Se entienden por detectores transportables los que pueden desplazarse de un lado a otro de la planta, ya sea a mano o en carritos y que algunos pueden unirse entre sí o a una central de control también transportable mediante cable eléctrico de conexiones. Son autónomos cuando incorporan baterías recargables que permite utilizarlos sin depender de fuentes de suministro. Existen también modelos transportables que se pueden conectar a tomas de corriente antideflagrantes distribuidas por la planta.
Los explosímetros portátiles o de bolsillo se emplean de forma generalizada para proteger al usuario contra riesgos potenciales de atmósferas inflamables que pueda encontrarse en la zona a la que deba acceder para desarrollar su trabajo.
Los hay de muchos y variados modelos, desde el simple explosímetro formado por el sensor y el medidor analógico montado todo en una caja y que únicamente mide la concentración del gas en % del L.I.E. hasta el más completo de bolsillo (Figura 15) equipado con un microprocesador capaz de dar la alarma a dos niveles distintos de concentración y que guarda en memoria la mayor concentración alcanzada desde la puesta en marcha. Otros modelos (como el de la figura 20) combinan en un solo instrumento otros sensores, además del de inflamables, para detectar substancias tóxicas, deficiencia de oxígeno y compuestos volátiles orgánicos (VOCs).
De todas formas cuando el riesgo a controlar es únicamente de gases inflamables, se aconseja utilizar el equipo con sensor de inflamables únicamente, pero sobretodo un modelo que incorpore alarmas óptica y acústica que le avise del riesgo en el que se haya para evacuar la zona en caso necesario y que tenga una autonomía de funcionamiento suficientemente sobrada para el trabajo a realizar.
¿Cómo utilizar los explosímetros?
Siempre en función del riesgo. Si deseamos por ejemplo hacer una barrera de detección que separe un patio de tanques de G.L.P. de una carretera o de una zona de proceso, deberemos tener en cuenta las características del gas (normalmente más denso que el aire) los vientos dominantes, la distancia a la carretera o unidad que se quiere separar... Si la carretera está relativamente cerca deberemos hacer un estudio de detección teniendo en cuenta que en el peor de los casos de que el viento sea tan suave o casi nulo y pueda desplazar los gases hacia la carretera diluyéndolos muy poco, en este caso la distancia entre detectores la deberemos reducir al mínimo, aumentando por tanto el número de detectores. En estas circunstancias se aconseja que la distancia entre detectores sea menor de 10 m. y situados a unos 30 a 40 cm. del suelo, para evitar que la posible nube de gas pueda pasar entre dos detectores sin que sea detectada. Además deberemos prever detectores en la parte superior del tanque, junto a las válvulas de seguridad, para que en caso de apertura accidental pueda formarse una nube de gas que, desplazada por el viento pueda pasar por encima de la barrera de detección.
Si se desean detectar fugas en una zona de bombas con productos inflamables haremos también una barrera alrededor. Normalmente se podrán distanciar entre sí los detectores unos 4 a 5 metros situándolos próximos a las zonas de posibles fugas, como cierres de estopadas, válvulas...
Los explosímetros transportables se aplican siguiendo el mismo criterio que los fijos. Al poderlos desplazar por la planta les da un gran margen de maniobra al posibilitar su uso en muchas aplicaciones. Se emplean normalmente en zonas clasificadas para montajes que requieren permiso de fuego.
Los explosímetros portátiles o de
bolsillo se utilizarán en las aplicaciones citadas anteriormente conectándolos
en el momento de entrar en la zona o antes si se trata de un recinto cerrado
para comprobar que no existe atmósfera inflamable. Mientras se esté trabajando
deberá estar situado próximo al lugar de trabajo para detectar cualquier
desprendimiento de gas próximo al punto de trabajo. Si el peligro de fuga de
gas solamente puede provenir del exterior en un recinto cerrado, deberá
situarse junto a la puerta o abertura del recinto para que detecte la presencia
del gas. Si el recinto es un tanque por ejemplo y se debe trabajar por dentro
pero el calor originado puede atravesar la plancha, será necesario que otro
operario esté fuera junto al punto caliente con otro explosímetro para alertar
la presencia de gases inflamables.
¿Cuándo utilizar los explosímetros?
Siempre que el responsable del diseño o del departamento de seguridad o en definitiva el responsable de la planta lo indique. En general se aplicarán según la experiencia adquirida en plantas de proceso similar o cuando la existencia de normas lo aconseje o bien esté obligado el uso de tales detectores que definitivamente sirven para proteger las vidas y los bienes de las personas.
En cualquier caso es siempre preferible actuar por exceso en aplicar los medios para evitar que pueda ocurrir un accidente a que, por defecto, hayan de lamentarse accidentes que, en el mejor de los casos, serán más costosos que la inversión que hubiese supuesto adoptar las medidas adecuadas. Invertir en seguridad siempre es un buen negocio.