El enfriamiento es bien distinto según sea la soldadura, blanda o fuerte.
SOLDADURA BLANDA |
El cobre es un noble elemento que no da sorpresas en su metalurgia, no así el estaño. Este metal es de lo más raro. Tomamos datos de un libro de texto de química: El estaño es un metal blanco argentino, más blando que el cinc, pero más duro que el plomo. A 100ºC es muy dúctil y maleable y puede ser batido en hojas delgadas (papel de estaño). A 200ºC se vuelve muy quebradizo y puede pulverizarse. Funde a 231,8ºC, y hierve a 2270 ºC. El estaño existe en tres modificaciones alotrópicas: formas rómbicas, tetragonal cristalina, y estaño gris, polvo deleznable. Las temperaturas de transición son las siguientes: |
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SOLDADURA FUERTE |
Hemos indicado que la soldadura fuerte era "más noble" que la blanda. Incluso para el enfriado esta soldadura se porta noblemente:
La soldadura fuerte es uniforme, salvo un poco de plata que ayuda a la capilaridad y no perjudica, porque la plata es de reacciones parecidas al cobre y el porcentaje es pequeño. Por lo tanto: SE PUEDE ENFRIAR, SE PUEDE DEJAR DE ENFRIAR Y SE PUEDE ENFRIAR A MEDIAS. Queremos decir que no importa lo que se pueda hacer: la soldadura, que es lo que interesa, permanecerá sin alteraciones.
Existe un factor que nadie considera (ningún manual ni cursillo): la seguridad del soldador. Una soldadura recién hecha está a unos
800ºC y no se le nota porque el cobre mantiene su color hasta prácticamente los
1000ºC. Si por descuido o ignorancia se toca la superfície caliente, son 15 días para recuperarse. Una quemadura no es para pedir la baja médica, pero es muy incómoda y resta capacidad. ENFRIAR SIEMPRE QUE SE PUEDA, POR SEGURIDAD. Además craquela y se suelta el decapante, que vitrificó cuando se le subió de temperatura.
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