El corte del tubo a pesar de los avances tecnológicos, curiosamente, no está solucionado. Todavía no hay herramienta mecánica que seccione limpiamente, sin rebabas, a escuadra y con alto grado de producción. El 95% de los cortes para soldar se dan en obra, donde no hay facilidades para tener banco, tornillo de apriete, etc. Además hay que recoger la herramienta cada día por lo que ésta debe ser mínima y poco voluminosa. Todos los inconvenientes no son excusa para que el corte sea perfecto de medida, sin comprimir los labios, sin rebabas y con rapidez, con producción competitiva.
El cortatubo tradicional que llega hasta 22 mm es insustituible para los trabajos de montaje pequeños. Existen varias versiones del cortatubos y todas son útiles y necesarias. El corte con sierra de arco exige la sujeción del tubo, a veces no factible. En la práctica no se usa el arco de sierra: deja rebabas, se tuerce con facilidad, se parte la sierra con la misma facilidad, el cobre se mecaniza muy mal, y frecuentemente embota la sierra. Solamente para tubos capilares de 6 y 8 mm se usará el arco de sierra.
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