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PREINSTALACIÓN DE UN SISTEMA DOMÓTICO
RECOMENDACIONES PARA INSTALACIONES TRADICIONALES
PUESTA EN MARCHA DE LA INSTALACIÓN
En los sistemas basados en tecnología por corrientes portadoras puede ser preciso prever la colocación de un filtro en el cuadro eléctrico.
Descripción: Para garantizar el buen funcionamiento de algunos de los sistemas domóticos disponibles en el mercado, basados en tecnología de corrientes portadoras, es necesario prever la colocación de un filtro de red en el cuadro eléctrico de la vivienda (de un tamaño habitual de 2 módulos), destinado a:
Impedir que señales generadas en el interior de la vivienda puedan salir al exterior y afectar a instalaciones vecinas, y
evitar que ruidos procedentes de la red eléctrica exterior puedan afectar al correcto funcionamiento del sistema.
Este elemento se suele instalar después del ICPM (Interruptor de Control de Potencia
Máxima) y antes de cualquier bifurcación de las líneas eléctricas, de manera que toda la instalación eléctrica de la vivienda quede después
del filtro. (Ver figura 2.2.1.a).
Sin embargo, existen otros sistemas domóticos que, utilizando esta misma tecnología, no requieren un filtro de dichas características en el cuadro eléctrico de la vivienda. Ello se basa en la propia naturaleza y calidad
del protocolo de comunicaciones utilizado.
Prever en el cuadro eléctrico el espacio suficiente la colocación de protección adicional y contactores (relés de maniobra).
Dado que en la actualidad prácticamente no existen equipos domésticos compatibles con un protocolo de comunicaciones determinado (por ejemplo, una lavadora, un convector eléctrico para calefacción, una lámpara, etc.), la gestión sobre éstos suele basarse en el control de su alimentación eléctrica, a través de relés de maniobra (denominados contactores para potencias significativas).
Por tanto, las dimensiones del cuadro eléctrico deberán estudiarse para asegurar la colocación de los citados relés, uno por cada equipo doméstico a controlar.
Prever la existencia de un mayor número de circuitos eléctricos en la vivienda.
Según se ha descrito anteriormente, la gestión
de equipos domésticos suele basarse en el control de su alimentación eléctrica.
Por tanto, el diseño de la instalación eléctrica deberá considerar este
aspecto, tanto en lo que se refiere a la protección eléctrica como a la
distribución de cable en la vivienda. Es decir, deberá preverse que exista un
circuito independiente para cada uno de los equipos y sistemas a controlar.
Generalmente, se suelen considerar los siguientes circuitos (en función del
tipo de energía utilizada):
Calefacción.
Acumulador o termo de agua caliente sanitaria.
Lavadora o conjunto lavadora / secadora.
Lavavajillas
Circuitos de iluminación.
Considerar la necesidad de un tubulado especifico para las señales de control.
Se recomienda la instalación de tubos adicionales para el paso de señales de control domótico (ya sea a través de cable de pares específico o un bus doméstico de comunicaciones), separándolas de la tensión de alimentación 220 V AC.
En el caso de dejar preparada la vivienda para una domotización posterior, será preciso dotarla de un tubulado mínimo.
Los requisitos de cableado (y del tubulado que lo acompaña) varían fuertemente con las características propias del sistema domótico (por ejemplo, si se necesita un cableado dedicado entre la central y los elementos sensores y actuadores o un solo bus de comunicaciones, si existe o no una central de gestión, si el número y tipo de aplicaciones a implantar en la vivienda es reducido o elevado, etc.). Es muy difícil, por tanto, definir un sistema de tubulado en la vivienda que garantice a posteriori la perfecta adaptación de cualquier sistema domótico. De hecho, lo realmente importante es asegurar que en el momento de llevar a cabo la domotización de la vivienda se necesita el mínimo de obras adicionales (rozas, etc.).
Así pues, estos y otros muchos aspectos dificultan la realización de una recomendación genérica de tubulado para la vivienda. Sin embargo, existen unos requisitos, más o menos generales, susceptibles de ser considerados en cualquier vivienda y para todo tipo de sistema domótico. Algunos de estos requisitos se describen a continuación a modo de ejemplo:
Conexión entre la central de gestión y el cuadro eléctrico, al requerir la colocación de relés de maniobra, gestionados por dicha central.
Alimentación eléctrica a 220 V AC de diversos elementos sensores y actuadores (un sensor de gas, una electroválvula de corte de suministro de agua y/o gas, etc.). Este tubulado se extenderá entre el cuadro eléctrico y la ubicación física del sensor o actuador.
Señales de control (alarma) de los sensores de seguridad: detectores volumétricos y contactos magnéticos, sensores de humo e incendio, sondas de agua y detector de gas. Deberá preverse el paso entre la central y la localización física de éstos.
Conexión entre la central de gestión y la localización de termostatos de ambiente o sondas de temperatura.
Conexión del sistema domótico a la red telefónica. Para ello, deberá incluirse un paso entre la entrada de la línea telefónica en la vivienda hasta la ubicación de la central del sistema domótico o, en su caso, al transmisor/receptor telefónico.
Los
cables de control domótico y/o seguridad (señales de alarma) deben ser
instalados de tal manera que no sean interferidos por el cableado de la red eléctrica
de la vivienda.
Para evitar interferencias que
puedan dar lugar a actuaciones imprevisibles o, en el caso más desfavorable, a
falsas alarmas o no detección de una alarma real, es recomendable separar el
cableado eléctrico convencional de la vivienda del correspondiente al sistema
domótico, ya sea a través de un aislamiento adecuado o a través de un
tubulado independiente. En el caso de que ambos tipos de conductores deban
cruzarse, se recomienda que no lo hagan en ángulo recto. También es importante
evitar paralelismos cercanos entre líneas de alimentación eléctrica normal y
cables de señales y/o control.
Algunas de las recomendaciones que pueden apuntarse aquí sobre instalación eléctrica se incluyeron en el punto anterior, razón por la cual no serán incluidas en esta capítulo (por ejemplo, las repercusiones de un control individual de equipos domésticos sobre los circuitos eléctricos de la vivienda, las dimensiones del cuadro eléctrico para incluir protección y relés de maniobra, etc.).
Otras recomendaciones se indican seguidamente.
En instalaciones trifásicas, será preciso la inclusión de un acoplador de fase cuando el sistema domótico utilice la tecnología de corrientes portadoras.
La transmisión de señales de control a través de la red eléctrica debe tener en cuenta la disponibilidad de distintas fases para asegurar que todos los elementos que componen el sistema domótico permanecen en comunicación. Cuando ello sea necesario, deberá instalarse un acoplador de fase, permitiendo que elementos conectados a distintas fases puedan comunicarse sin problemas.
Se recomienda aprovechar al máximo los habituales mecanismos de mando eléctrico para integrar elementos sensores.
En la actualidad, distintos fabricantes de material eléctrico (en concreto, de mecanismos de mando eléctrico) ofrecen al mercado series de productos que permiten la integración de muchos elementos sensores (por ejemplo, sondas de temperatura, detectores de movimiento, termostatos, detectores de gas, pulsadores, etc.). La utilización de estos dispositivos permite integrar elementos domóticos en instalaciones habituales, respetando la estética de la vivienda.
Se recomienda instalar en el cuadro eléctrico un protector de sobretensiones.
Las sobretensiones transitorias accidentales en la red eléctrica pueden dañar los equipos eléctricos y electrónicos que tiene conectados. Disponer de elementos de protección de instalaciones puede ser un elemento de especial importancia en entornos perturbados.
Cuando en una instalación de calefacción mediante conducciones de agua caliente se crean distintas zonas de aplicación, será preciso atender al funcionamiento correcto de la caldera.
En instalaciones de calefacción en las que se utilicen calderas con combustible gaseoso (gas natural, butano o propano), gas-oil, etc. será preciso atender al correcto funcionamiento de la caldera cuando la zonificación de ésta se realice mediante la instalación de válvulas. En este sentido, es recomendable instalar:
válvulas que no sean de corte inmediato, evitando posibles golpes de ariete;
válvulas de tres vías, posibilitando circuitos de retorno y asegurando la presión del circuito de calefacción; y
un mecanismo de control que permita detener la bomba circuladora de la caldera antes de que todas las válvulas de corte existentes estén cerradas al mismo tiempo.
NOTA: Habitualmente la bomba circuladora se controla a través del termostato de la caldera.
Estudiar convenientemente la definición de zonas de calefacción para asegurar un comportamiento adecuado de la instalación.
En la definición de la zonificación del efecto de la calefacción es necesario atender a las características de la vivienda, con la finalidad de asegurar que todas las estancias de una misma zona tengan un comportamiento parecido o idéntico. En este sentido, es imprescindible considerar el efecto de la radiación solar incidente sobre determinadas estancias, el uso de las mismas, etc. En caso contrario, la zonificación puede crear un defecto de confort para el usuario, muy distante del objetivo básico deseado con esta posibilidad.
Realizar la instalación de las válvulas en un mismo lugar y lo más cerca posible de la caldera.
En instalaciones de calefacción con zonificación, se recomienda instalar las distintas válvulas de zona en un mismo lugar y cerca de la caldera, facilitando la labor de acceso para reparación y mantenimiento, así como reducir las posibles necesidades de cableado de control (domótico).
Figura 2.3.2: Instalación de válvulas en calefacción por zonas
Se recomienda instalar un protector de sobretensiones en la línea telefónica, especialmente si hay una centralita instalada.
La presencia accidental de sobretensiones
transitorias de origen atmosférico puede dañar a equipos con conexión a
la red eléctrica, entre ellos, el transmisor/receptor telefónico. Disponer de
elementos de protección para la red telefónica suele ser un elemento de
especial importancia en distintos entornos, como por ejemplo, los rurales.
Un a vez finalizada la instalación del sistema domótico debe realizarse su correcta puesta en marcha.
Para garantizar la correcta instalación del sistema domótico y su buen funcionamiento es necesario realizar la puesta en marcha del sistema con los debidos ensayos y verificaciones.
Es importante confirmar la correcta instalación del cableado cuando los fallos en la instalación puedan dañar los equipos que tiene conectados. La verificación de la instalación debe incluir:
La comprobación física de que la instalación coincide con el plano y las especificaciones aprobadas;
La comprobación de las distintas tensiones de alimentación de los equipos.
La comprobación de la continuidad, de cortocircuitos y de derivaciones a tierra; y
La resistencia de aislamiento de los circuitos.
Aparte de estos. ensayos, debe ser verificado el funcionamiento correcto del sistema domótico y más concretamente:
el funcionamiento correcto de las señales de entrada;
el funcionamiento correcto de los sensores analógicos y digitales;
el funcionamiento correcto de las señales de salida;
el funcionamiento correcto de los actuadores; y
debe verificarse también la interacción entre los
distintos módulos que configuran el sistema domótico.