Aquí se resume cómo ejecutar una soldadura perfecta:

-El material de aportación, en varilla, con 5% de plata es adecuado, salvo casos muy puntuales. Tener siempre reservas, no dejar el pedido hasta la última varilla. El decapante en polvo debe ser cuidadosamente elegido, de la máxima calidad. Es bueno usar del mismo tipo que utilizan los joyeros para los metales preciosos.
-La boquilla debe ser de dardo múltiple, de calentar. Si se da la presión de 0,5 bar al oxígeno y lo máximo que permita el propano o butano, queda una llama adecuada. Repasar el equipo de soldar, de posibles fugas de gas, con agua jabonosa. Esto debe hacerse a diario al menos, si usamos Acetileno.
Elegir la herramienta adecuada para corte de material, también en función del diámetro a seccionar y la obra (nº de piezas repetidas, etc.).
No hay que limpiar mecánicamente, porque al llegar casi a 1000ºC con el decapante, éste, arranca cualquier tipo de suciedad. Sólo para casos excepcionales, limpiar mecánicamente en sentido axial.
Asegurarse en el almacén donde se compra, que los accesorios son de BRONCE. NO deben ser de LATÓN ya que aplicando con la llama más de 906ºC, se evapora el Zinc.

Resumiendo:

-CALENTAR LOS MACHOS, ASÍ SE COMPRIMEN CONTRA LAS HEMBRAS Y EL ESPACIO CAPILAR ES MENOR.
-CALENTAR LAS HEMBRAS LO MENOS POSIBLE.
-LA VARILLA SERÁ DERRETIDA POR EL TUBO DE COBRE O ACCESORIO, NUNCA POR EL SOPLETE. ESTE ESTARÁ LO MAS LEJOS POSIBLE EN EL MOMENTO DE LA APLICACIÓN DE LA VARILLA A LA JUNTA. Evitar el lamentable espectáculo del soldador derritiendo alrededor de la junta la varilla a base de sopletazos, creando soldaduras de buena vista, vacías por dentro.


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