CONCEPTO DE CARGA TÉRMICA.

La figura A representa un local que se desea  climatizar. En primer lugar vamos a considerar que disponemos de las condiciones de confort, en sus aspectos de temperatura seca, humedad relativa, velocidad del aire y pureza o limpieza de dicho aire.figura A

Si el local se abandona a sí mismo, sus condiciones de temperatura y humedad relativa se verán modificadas de forma espontánea.

Los factores que alteran la temperatura y/o humedad relativa, se conocen como cargas térmicas o de forma abreviada cargas.

Los que afectan sólo a la temperatura seca se conocen como cargas sensibles , mientras que los que alteran sólo la humedad relativa se conocen como cargas latentes.

Existen, así mismo, factores que perturban ambas variables de forma simultánea.

La suma de ambas cargas, sensibles y latentes, se conoce por carga total, siendo sus unidades las Kcal/h o las Frig/h.

Régimen de Verano.

En la figura B podemos contemplar como se han introducido distintos generadores de cargas térmicas. Vamos a analizar cada una de ellas.

Se aprecia fácilmente que la radiación solar va a originar un calentamiento a través de la pared sobre la que incide.

La iluminación instalada en el local, generará así mismo un aumento sobre la temperatura de éste.

Las cargas producidas por estos perturbadores del confort, afectan únicamente sobre la temperatura, por lo que solamente aportan carga térmica sensible.

Por otro lado, el ocupante del local es también una fuente de carga térmica pero en este caso con una componente tanto sensible como latente.

La parte sensible está motivada por el calor que el ocupante transmite al local, mientras que la componente latente es la producida por la humedad suministrada en su respiración y transpiración.

Las cargas térmicas analizadas anteriormente, varían las condiciones de confort en las que se encontraba el local en su comienzo.

Condiciones Iniciales: Temperatura seca:  25°C
Humedad relativa:  55%
Condiciones modificadas: Temperatura seca:  28°C
Humedad relativa:  65%

Nos encontramos por lo tanto en este momento en unos valores alejados de los iniciales. Cuanto más tiempo transcurre sin contrarrestar dichas cargas térmicas, más nos distanciamos de las condiciones de confort.

Para combatir la carga térmica, debemos disminuir tanto la temperatura seca como la humedad relativa del local. Vamos a introducir un aire más frío y con un contenido en humedad relativa inferior a los valores iniciales que presentaba el local, como podemos observar en la figura C.

figura C

Régimen de Invierno

figura D

En la época invernal, la carga térmica tiene un carácter negativo, originado por una temperatura exterior inferior a la del local (figura D).
figura E

Esto provoca una disminución de la temperatura interior, que deberá ser contrarrestada por un aportación de calor a través del aire de impulsión. Además tendrá un contenido en humedad relativa superior al inicial, lo que compensará el resecamiento producido (figura E).



Fuente de información:

 SAUNIER DUVAL